UN PUERTO LLAMADO LIBERTAD
El cuadro se llamaba "Un puerto llamado Libertad", y contenía la clave de su vida, aunque Alma María vino apenas a comprenderlo en esa tarde de Enero. Se lo regaló Camilo, un mes justo antes de abandonarla, cuando celebraban un aniversario más de los muchos años de feliz noviazgo que llevaban. Era una preciosa marina, con cuatro barcas entrelazadas que flotaban a la orilla de un mar profundamente azul e inconmensurable.
Cuatro gaviotas sobrevolaban los botes en un cielo imposible, arrebolado por una gama de amarillos, violetas y naranjas. Maravillada se vio a sí misma, a Camilo y a sus padres, los tres seres que más amaba representados en cada barca.
Nota: Así empieza este cuento que forma parte de una Colección de Cuentos, titulada también Un Puerto llamado Libertad, a punto de editar y que espero presentar en la Feria del Libro de Miami en Noviembre del 2012.
Cuatro gaviotas sobrevolaban los botes en un cielo imposible, arrebolado por una gama de amarillos, violetas y naranjas. Maravillada se vio a sí misma, a Camilo y a sus padres, los tres seres que más amaba representados en cada barca.
Nota: Así empieza este cuento que forma parte de una Colección de Cuentos, titulada también Un Puerto llamado Libertad, a punto de editar y que espero presentar en la Feria del Libro de Miami en Noviembre del 2012.